Mujeres
LA IMPORTANCIA DE EXAMINAR NUESTRO COMPORTAMIENTO
“Examíname,
oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y
ve si hay en mi camino de perversidad, y guíame en el camino
eterno.”
(Salmo 139:23-24)
El
versículo nos habla de cómo David pide ser examinado por Dios para
ver si hay algo que le desagrada.
Es
importante saber que dependiendo como este la relación con Dios, así
será la relación con los demás, con los que te rodean... y con
nosotras mismas.
David
ve la necesidad de ser examinado por Dios para saber si él estaba
caminando por camino de perversidad.
¿Qué
es perversidad?
Viene
de una raíz que significa “torcer,
enredar”,
es decir, es “deformar lo natural”. También significa “maldad
muy grande e intencionada”
Hay
dos caminos por donde podemos caminar:
- Uno ancho que es un camino de perversidad y se transita sin Dios, siendo este por el que marcha la gran mayoría de la humanidad.
- Uno angosto que es camino de santidad y se transita con Dios. Por este marcha solamente un remanente.
Muchas
de nosotras antes de entregar nuestra vida a Jesús. caminábamos
por camino
de perversidad, posiblemente sin
ser conscientes. Cuando
estábamos caminando por ese camino equivocado de perversidad, no
nos preocupa mucho examinarnos así mismas, no lo hacíamos porque
lo único que nos preocupaba era nutrir
nuestro yo...
y no nos gustaba que nadie nos hiciera caer en cuenta de nuestros
fallos y defectos.
Hoy
en día no debe ocurrir lo mismo porque nuestra meta debe ser vivir
una vida haciendo lo correcto en todo momento para que nuestra vida
pueda darle gloria a Dios, por eso la importancia de examinarnos
continuamente.
David
decía a Dios que conociera su
corazón
y probara sus
pensamientos.
¿Cuántas
están dispuestas a pedir eso mismo hoy al Señor?
Existen
dos
aéreas de vital importancia en
nuestro vida: el corazón y la mente y dependiendo como estén
veremos el resultado final en nuestro comportamiento.
El
corazón es el centro de toda la actividad moral, mental y emocional
de los seres humanos, por lo que debemos de permitirle al Espíritu
Santo que pase la lupa continuamente sobre nuestro comportamiento,
nuestra forma de actuar.
Así
como David se preocupaba de ser examinado por Dios … nosotras
debemos hacer lo mismo.
Es
por ello que se hace necesario mirar como es nuestro carácter.
El
carácter es el fundamento del comportamiento, es decir, mi carácter
determinara mi comportamiento.
¿Qué
es el carácter?
El
carácter es el tipo
de conducta característico de
un individuo en diversas situaciones.
El
carácter no es algo que se obtenga desde el seno materno, sino que
se va afectado firmemente por:
- El medio ambiente
- La cultura
- El entorno social donde cada persona se forma.
Por
tanto el carácter es modificable.
Cuando
venimos a Cristo estamos
llenos de malos hábitos,
costumbres que han marcado nuestra manera de desarrollarnos y de
actuar.
Nuestro
carácter
debe ser modificado
por el carácter de Cristo.
Debo
de emprender un trabajo consciente de mis debilidades y permitir al
Espíritu Santo a hacer el trabajo en mí.
Si
no lo hago, en primer lugar mi relación con Dios se verá afectada
negativamente, y de igual manera, mis relaciones afectivas se verán
afectadas también negativamente.
La
palabra carácter en el griego significa "marca"
Así,
nuestro carácter debe apuntar a marcar a Jesús en nuestras vidas.
Si
marcamos a Jesús en nuestras vidas...
- Nuestras vidas darán gloria
- Seremos mujeres firmes
- Y podremos dar bendición a los que nos rodean.
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